Existen momentos en los que, de algún modo nos miramos recorriendo nuestro interior, recorriendo lugares ya olvidados, pero grabados en la memoria de nuestra alma; en esos momentos nos vemos y, vemos realmente en lo que nos convertimos en el camino, para bien o para mal, somos lo que somos y continuamos en él, transformándonos en cada paso.
Vemos nuestro rostro y el de los otros, y los reconvertimos inmediatamente en máscaras que identificamos como huellas dactilares en la memoria, en las palabras, en los sonidos y los sentidos… cada uno de esos máscaras , somos nosotros mismos, bajo el rostros o la máscara del otro, otro yo, como un alma gemela… o como un alma discordante en nuestras vidas. En todo caso están ahí, y forman parte de nuestras vidas… nuestra existencia…
Juan Manuel Alvarez Romero, Mané©2020